La ley de libranza tiene como objetivo que cualquier persona natural en calidad de trabajador, pensionado o prestador de servicios pueda garantizar con su salario, pensión y honorarios la adquisición de créditos, bienes o servicios de cualquier naturaleza. Para este fin, el trabajador, pensionado o prestador de servicios deber autorizar al empleador o entidad pagadora para que la misma efectúe el descuento y a su vez, gire los recursos a la entidad financiadora (operadora).