Para lograr los niveles de ingreso necesarios para cerrar las brechas en bienestar existentes y agravadas por la pandemia del COVID-19, se requiere posicionar la innovación como prioridad en los objetivos de desarrollo. En este punto, a Colombia no le va nada bien.
El FMI indica que, para que los recursos lleguen a manos de quienes realmente lo necesitan, debe haber rendición de cuentas y auditorías ex post.
Los países deben evitar la evasión fiscal, así como el desperdicio y pérdida de fondos causados por la corrupción en el gasto público.
El avance del país en los comités de gobernanza pública y químicos hace que se estén dando pasos seguros para que Colombia ingrese a la OCDE de la mano de reformas institucionales y el compromiso de mejorar en prácticas y estándares de categorías como medio ambiente, laboral y seguridad jurídica.