La realidad indica que son muy pocas las entidades, aparte de las del sector financiero, que tienen una reglamentación específica, que hacen el cálculo del riesgo de crédito a ciencia cierta. Las otras todo lo reducen a una cifra de deterioro en los estados financieros que no refleja la realidad.
Las empresas ágiles se fundamentan en una filosofía real de aprendizaje útil, en el trabajo en equipo, en la flexibilidad y en valorar el aporte de los empleados. Los líderes no se centran en supervisar, sino en dirigir proyectos y apoyar la creatividad de los empleados para alcanzar objetivos.
En la vida práctica los líderes empresariales deben decidir sobre si apoyan la innovación o administran los riesgos corporativos.
Las empresas ágiles deben conocer su entorno y procurar anticiparse a sus cambios. El entorno es fuente de oportunidades de negocios y de proyectos de innovación.
Aunque hechos como esta pandemia no hubiesen podido ser detectados por ningún estándar de riesgo, de haberse proyectado al menos una reducción en las ventas se habría podido alertar a las empresas. Los contadores deberíamos ser capaces de proyectar los estados financieros para advertir estos riesgos.