RITA es el nombre de la más reciente estrategia del Gobierno para combatir la corrupción.
Expertos en el tema, como David Ortiz, opinan que la estructura del control fiscal en Colombia es compleja y particular.
Aníbal Zárate asegura que combatir la corrupción al interior de las entidades del Estado requiere de varios frentes.
David Ortiz y Aníbal Zárate describen algunas pautas para atacar la corrupción en las entidades estatales. Existe un triángulo clientelista conformado por actores privados que financian campañas políticas, maquinarias que compran votos y políticos en el poder que pagan a sus financiadores y amigos.
Desde el punto de vista del Consejo Privado de Competitividad –CPC–, habilitar una ventanilla única de casos de corrupción es fundamental para incentivar la cultura de sanción social entre los ciudadanos y aumentar la probabilidad de detección de estos fenómenos.
Aníbal Zárate, director de investigaciones de la Universidad Externado, afirma en Actualícese que combatir la corrupción pública requiere de frentes como la aplicación eficaz de las sanciones existentes, para prevenir y disuadir las prácticas corruptas en las entidades estatales.
Sector público y privado se comprometieron la semana anterior, mediante un pacto escrito, a hacerle frente a los diversos actos de corrupción y a poner en tela de juicio a las organizaciones y personas involucradas en dichos procesos. 14,7% de los empresarios se han visto afectados por sobornos.
Según cifras de la Contraloría General de la República, la corrupción tiene un costo de 50 billones de pesos al año; lo que equivale a casi un billón de pesos semanales. Por otra parte, el 91% de los empresarios nacionales piensan que algunos de ellos ofrecen sobornos en el entorno de sus negocios.
Las prácticas corruptas pueden estar tipificadas en los códigos penales, disciplinarios o fiscales, en los cuales se fijan además las penas por su realización. En el sector público se pueden identificar 4 formas de corrupción.