En el año 2018, las mujeres recibieron un 12,1 % menos de salario que los hombres, es decir que ellas percibieron un 87,9 % de lo que ganaron los hombres.
El trabajo doméstico y de cuidados no remunerado continúa siendo un obstáculo para que las mujeres obtengan trabajos remunerados.
La estabilización de la economía es un argumento según el cual es posible estimar que para 2020 los salarios tendrán un incremento de entre el 4,5 % y el 5,5 %. Por otra parte, el 84 % de la contratación realizada por empresas formales se viene acordando de forma directa, y el 16 % tercerizada.
¿Es legal que una empresa establezca como política que los hombres vinculados a la misma serán remunerados con sueldos más altos que los percibidos por las mujeres?