Las bonificaciones habituales constituyen salario cuando una empresa las entrega todos los meses a sus empleados; en esta situación, aun cuando se le dé el nombre de ocasional, dicha periodicidad la convierte en pago salarial. Lo anterior sucede porque, la bonificación es habitual, es decir se da de manera permanente y, además, porque en realidad está pagándose una contraprestación directa del servicio, disfrazado de “bonificación ocasional”, por lo que resulta fácil para un Juez Laboral, evidenciar la presencia de un pago habitual y obligar a la empresa a reliquidar prestaciones sociales y seguridad social.