El Código de Ética Profesional hace referencia a 5 categorías de amenazas a las que puede estar expuesto el contador público desde cualquiera que sea su labor: amenazas de interés propio, de auto revisión, de mediación, de familiaridad y de intimidación.
Los profesionales contables, además de tener en cuenta la Ley 43 de 1990, deben atender cada uno de los principios incluidos en el Código de Ética de la IFAC, pues estos son el punto de partida para la identificación de las amenazas y la estructuración de las salvaguardas.