Con la Ley 1988 de 2019, sancionada el pasado 2 de agosto, se pretende que los vendedores informales se capaciten en diversos oficios a través del Sena. Además, quienes devenguen menos de un salario mínimo podrán vincularse a los diferentes mecanismos de protección social para ellos disponibles.
El 12 de agosto de 2019 el presidente de Colombia, Iván Duque, presentó la ley que establece las pautas para la formulación, implementación y evaluación de la política pública para los trabajadores informales que busca garantizar los derechos a la dignidad humana, al mínimo vital, al trabajo y a la convivencia en el espacio público. Se trata de la Ley 1988 del 2 de agosto de 2019, de la cual se beneficiarían los más de 2 millones 500 mil trabajadores informales que hay en el país.
La ley, que consta de nueve artículos, señala los principios, lineamientos, estrategias, mecanismos y programas que orientarán las acciones del Estado en materia de recuperación del espacio público.
La nueva normatividad define a los vendedores informales como personas que se dedican “voluntariamente al comercio de bienes o servicios en el espacio público, como medio básico de subsistencia”. La ley caracteriza cinco tipos de vendedores informales: ambulantes, semiestacionarios, estacionarios, periódicos y ocasionales o de temporada.
El viceministro de relaciones laborales e inspección, Carlos Alberto Baena, manifestó que “con la Ley 1988 del 2 de agosto del presente año, encontraremos una solución, una salida que no existía en nuestro país. Nos vamos a poner de acuerdo con todos los alcaldes para brindar capital semilla a los vendedores informales, a quienes apoyaremos para que se vuelvan emprendedores y posteriormente puedan formalizarse”.
Baena también destacó que en el Plan Nacional de Desarrollo se aprobó una norma que beneficia a los vendedores informales, con miras a garantizarles su derecho a la protección social. Igualmente, anunció que a quienes paguen por el uso y el aprovechamiento del espacio público se les adaptarán lugares de venta organizados donde haya un buen flujo de personas.
Los recursos que se capten irán a Colpensiones, a un fondo para que estos trabajadores puedan contar con protección en riesgos laborales y con un ahorro para la vejez.