Consultando tanto a Wikipedia como a la BBC Mundo Noticias, tenemos que la primera revolución industrial se ubica en el Siglo XVII y lo más significativo o icónico de ello fue la máquina de vapor.
Más de tres siglos después estamos hablando de robots en sistemas integrados ciberfísicos como lo más representativo de esta revolución tan radical y acelerada de los últimos 20 años, que los expertos, y sobre todo los economistas, han denominado como la cuarta revolución industrial.
Todo parece indicar que la revolución impactará al mercado del empleo. El trabajo a futuro en todos los campos y el área contable no estarán exentos de ello.
Entre tanto, Alemania ya tomó la delantera y ha sido el primer país en incluir la revolución industrial en su agenda de Gobierno como “estrategia de alta tecnología”.
“La automatización corre por cuenta de sistemas ciberfísicos, hechos posibles por el internet de las cosas y el cloud computing o nube”, cita la BBC de Londres.
“El principio básico es que las empresas podrán crear redes inteligentes que podrán controlarse a sí mismas, a lo largo de toda la cadena de valor.” De la misma fuente anterior.
“En el Foro de Davos, en enero de este año, hubo un anticipo de lo que los académicos más entusiastas tienen en la cabeza cuando hablan de revolución 4.0: nanotecnologías, neurotecnologías, robots, inteligencia artificial, biotecnología, sistemas de almacenamiento de energía, drones e impresoras 3D serán sus artífices.”
“Pero serán también los gestores de una de las premisas más controvertidas del cambio: la cuarta revolución podría acabar con cinco millones de puestos de trabajo en los 15 países más industrializados del mundo.” Tomado de la BBC de Londres.
La expectativa es que puede ser un arma de doble filo. Por un lado, grandes avances, información en línea, muy oportuna y veraz, para la toma de decisiones; por el otro, “el proceso de transformación solo beneficiará a quienes sean capaces de innovar y adaptarse” (BBC de Londres). Aquí está el gran reto para todos los profesionales y, en particular, los profesionales contables del mundo entero.
“Así, no todos ven el futuro con optimismo: los sondeos reflejan las preocupaciones de empresarios por el “darwinismo tecnológico”, donde aquellos que no se adapten no lograrán sobrevivir” (BBC de Londres).
En esta sección veremos lo que recomiendan diversas asociaciones internacionales de contables tanto a los profesionales como a los estudiantes de contabilidad.
Según la IFAC, los contadores públicos o aspirantes a trabajar como contables debemos tener conocimiento en cuatro perspectivas, a saber:
Aquí reforzamos lo que hemos planteado hace ya un tiempo, el contador público debe conocer y dominar las herramientas básicas de su profesión, tanto conceptual como operativamente.
Conocer a fondo la teneduría de libros, la digitación, los registros contables, la generación de estados financieros y diversos informes, el desarrollo de libros oficiales, etc.
También debe dominar y conocer con profundidad la temática tributaria, saber diligenciar formularios tributarios y todo lo relacionado.
Pero esto que es un requisito fundamental no debe ser un fin en sí, sino un medio o una herramienta que permita producir información clave para la toma de decisiones.
Igualmente, en este campo el contador debe tener una amplia cultura general empresarial y de negociones, tanto en lo regional como en lo global.
Adentrasre en las organizaciones, ir más allá de las cuatro paredes de su oficina y el ambiente de negocios que maneja su empresa.
Siempre ha sido una exigencia y, ahora, con la cuarta revolución, con mayor razón. Conocer y manejar las nuevas tecnologías de la información, los programas ERP, en la nube y, en general, todo lo relacionado con la revolución informática y tecnológica que estamos viviendo.
Continuará…
CP Luis Raúl Uribe Medina
*Exclusivo para a www.actualicese.co