La cascarilla que se produce en el proceso de trillado es un residuo que posteriormente puede ser vendido, y, por lo tanto, ser considerado como un subproducto. Su medición se determina por el precio de venta de la cascarilla menos los costos de terminación y venta (valor neto de realización), valor que se deducirá del costo del producto principal o del costo del servicio de trilla.