Es obligación suministrar a los consumidores (de forma visible) la información sobre el precio de los productos y servicios que se ofrezcan y los costos adicionales que se pudieran derivar, por ejemplo, estudios de crédito, seguro, transporte o cualquier otro pago a cargo del consumidor.
Para evitar cualquier indicio de fraude, o llevar a error al consumidor, en la promoción deberá estar señalada la vigencia o el tiempo durante el cual aquello que se ofrece estará vigente. El número de unidades disponibles es también un punto importante a la hora de publicitar este tipo de estrategias.
Los precios deben estar plenamente exhibidos al consumidor, para evitar que se ocasionen confusiones. Todos los precios equivalen al valor total y definitivo; por tanto, se deben incluir los sobrecargos a los que hubiese lugar; de lo contrario, el consumidor puede hacer efectivos sus derechos.