La iniciativa Empresas Activas Anticorrupción busca que las organizaciones evalúen el desarrollo de sus programas de cumplimiento anticorrupción, como mecanismo para proteger su reputación, el interés de sus accionistas, contribuir a la sostenibilidad de sus negocios y promover la cultura de la legalidad.
Camilo Encina afirma que la administración de fondos para el posconflicto, la influencia indebida de los actores para desviar los programas de posconflicto, así como los sobornos, extorsiones o amenazas juegan un papel en contra de las políticas de transparencia pensadas para el posconflicto.