Estados Unidos y Europa han pasado por largos periodos de crisis financiera. Países en crisis como Grecia ha hecho que los demás caigan en pánico, lo que ha hecho es que se establezcan exigencias políticas y radicales de disciplina fiscal. Los obstáculos en la economía han hecho que los bancos se hayan visto afectados y la industria inmobiliaria también. De igual manera, el bolsillo de todos los consumidores.