Andrés Vera, vicepresidente de Anif, afirmó en diálogo con Actualícese, que se debe trabajar en una reforma tributaria estructural que aumente el recaudo en al menos un 1,5 % del PIB. Asimismo, advierte que si el próximo gobierno no hace ajustes, el país podría perder su grado de inversión en 2019.
Andrés Alejandro Vera Sandoval, vicepresidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras –Anif–, le dijo a Actualícese que sería irresponsable por parte de los candidatos presidenciales asegurar que le reducirán más impuestos a las empresas.
La reforma tributaria tuvo elementos positivos como el aumento en la tasa general del IVA del 16 % al 19 % y la reducción gradual de la tributación empresarial. Infortunadamente, dicha reforma terminó quedándose corta respecto al recaudo tributario, principalmente por la desaceleración económica.
Dados los faltantes fiscales que persisten del orden del 2 % del PIB/año para cumplir la regla fiscal, luce altamente inconveniente reducir más las tasas impositivas y es irresponsable prometer dichos disparates en la próxima campaña presidencial. La Ley 1819 de 2016 ya fue en la dirección correcta de buscar mayor competitividad empresarial, haciendo un ajuste en la tarifa corporativa hacia el 33 % desde el año gravable 2018.
Solo para clarificar, las gabelas tributarias a zonas francas y los contratos de estabilidad jurídica hacen que el recaudo baje (no que suba). En estos frentes, Anif opina que se deben eliminar los contratos de estabilidad tributaria (a todas luces inconstitucionales, pues no se puede delegar en el Ejecutivo la facultad congresional de reformas tributarias); acabar con los tratamientos “especiales” en materia de IVA (como los recientes blindajes al IVA de insumos de contratos de concesiones ya firmados); y abolir la tributación preferencial a las zonas francas.
A nivel institucional-fiscal Colombia ha venido haciendo la tarea de planificación mediante los ejercicios anuales del Marco Fiscal de Mediano Plazo. Ahora bien, a futuro habrá que hacer una verdadera reforma tributaria estructural que aumente el recaudo en al menos un 1,5 % del PIB (profundizando los elementos valiosos de la Ley 1819 de 2016). También habrá que implementar reformas estructurales en los frentes del gasto en seguridad social (salud-pensiones), donde será crucial tomar correctivos paramétricos de incrementos en la edad de pensión, eliminación de subsidios regresivos y sinceramiento de los requerimientos financieros para honrar los gastos de salud.
En las mismas tareas de la pregunta anterior. Reforma tributaria estructural y correctivos en los gastos (siguiendo muchas de las recientes recomendaciones de la Comisión del Gasto expuestas en la Ley 1819 de 2016). Allí será crucial que el próximo gobierno dé muestras de decisión en sus primeros 100 días, pues las calificadoras de riesgo le estarán tomando la lección macro-financiera (tras la degradación de un escalón que le hiciera S&P a la deuda pública de Colombia en diciembre de 2017). De no actuarse de esa manera, estimamos una probabilidad del 50 % de que Colombia pierda su grado de inversión antes de agosto de 2019.