Mario Alejandro Valencia, subdirector de Cedetrabajo y vocero de la Red por la Justicia Tributaria, afirma que Colombia tiene una estructura tributaria que no promueve la competitividad, entre otras cosas porque las pequeñas y medianas empresas del país, que son más del 95% del total, pagan más impuestos que las transnacionales.
Se le envía el mensaje de que la crisis económica, que es resultado del manejo irresponsable por parte del Gobierno Nacional, siempre la terminan pagando los hogares de ingresos bajos y medios. También se envía el mensaje de que la próxima reforma tributaria no va a resolver los problemas estructurales, sino que por el contrario se profundizará la desigualdad del país.
Permitir otro aumento del IVA será un precedente muy negativo; recordemos que en 1990 el recaudo del IVA era el 20,9% del total y ya vamos por una participación del 26,4%. Esto sumado al 4,3% del total que recaudan los impuestos al consumo y a la gasolina.En la propuesta de la Comisión de Expertos no hay nada en este sentido. La lucha contra la evasión parte del fortalecimiento institucional de la DIAN, pero la situación hoy es preocupante: la DIAN tiene a su cargo 9.215 ciudadanos por funcionario, cuando el promedio en América Latina es de 5.000 y el de la OCDE de 1.500. Estamos lejos en esta materia y lo más grave es que el Ministerio de Hacienda no parece tener voluntad política para mejorar la situación. Esto implica que la DIAN tiene también poca capacidad para perseguir a las personas y empresas que utilizan los paraísos fiscales para evadir el pago de impuestos. Por ejemplo, desde hace años se sabe que todos los minerales del país se venden a través de estos territorios, lo que estaría creando un hueco fiscal descomunal.
Lamentablemente sí. La propuesta de la Comisión de Expertos no habla de eliminar los beneficios tributarios. Nosotros estamos de acuerdo con el impuesto único empresarial, pero de esta propuesta de la comisión no se desprende de ninguna forma que los beneficios tributarios, que tienen un costo fiscal de $11 billones al año, vayan a desaparecer. Por otra parte, el 71% del nuevo recaudo que espera lograr la próxima reforma provendrá fundamentalmente del bolsillo de los trabajadores: más IVA, e impuestos a la gasolina y al consumo.
Lo que dice el presidente Santos no es cierto. Tenemos una estructura tributaria que no promueve la competitividad, entre otras cosas porque las pequeñas y medianas empresas del país, que son más del 95% del total, pagan más impuestos que las transnacionales. Los cálculos indican que el 10% de las empresas que generan mayor riqueza, tan solo pagan el 4,6% de impuestos efectivos. No existe la progresividad en los tributos, y esto no ayuda a fomentar la inversión.
Lo primero para lo que debemos prepararnos es para promover una gran unidad y de tal manera evitar que la propuesta de la Comisión de Expertos pase en el Congreso de la República. Hay que exigirle al Congreso que no suba más los impuestos indirectos. No es posible cerrar la enorme brecha de desigualdad en Colombia subiendo más el IVA y cobrando más impuestos a los trabajadores y pensionados. Se está enviando una muy mala señal de cara al cumplimiento de los acuerdos de paz en materia económica y social.