Los impuestos verdes son efectivos para reducir el consumo social.
Si no se quiere seguir saturando el sistema tributario se debe pensar en otro tipo de impuestos.
El Dane reporta el uso que se le dan a las cuentas ambientales. En estas se señala cuánto se recaudó por cada uno de los impuestos verdes.
Los impuestos verdes no es un tema nuevo. Diversos países han implementado políticas fiscales para mitigar los efectos nocivos derivados de los procesos de producción y consumo.
En Colombia, por ejemplo, muchos hemos escuchado tributos como: el impuesto a la gasolina, impuesto nacional al consumo de bolsas plásticas e impuesto al carbono.
Gustavo Gabriel Chalparizan, socio líder de la firma GCH Consulting SAS, explica que “los impuestos verdes gravan los insumos; elementos que constituyen un producto que producen consecuencias negativas al ecosistema, a la naturaleza”.
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En cuanto a resultados alrededor de este tipo de impuestos, estos han sido positivos, por ejemplo entre el 2015 y 2020 se redujo en un 70 % en puntos de venta, de 1.000 millones a 315 millones en bolsas plásticas.
Chalparizan, magíster en Gerencia y Auditoría Tributaria y en Derecho del Estado con énfasis en Derecho Tributario, afirma que en Colombia hablamos del IVA, impuesto de renta, exenciones tributarias, beneficios, entre otros tributos, pero sería interesante conocer si en la próxima reforma tributaria se van a proponer otro tipo de impuestos, como los verdes, y que presentan una oportunidad para incrementar el recaudo.
“Se deben buscar más alternativas para incrementar el recaudo y los impuestos verdes podrían ayudar a lograr la meta de los 50 billones de pesos, propuesta por el nuevo Gobierno”, dice.
Frente a lo anterior, la OCDE, organización a la que pertenece Colombia, ha dicho que los impuestos verdes influyen en el comportamiento del ser humano para mejorar el medio ambiente y con estos se incrementa el recaudo tributario.
Chalparizán recuerda que la Ley 2155 de 2021 no incluyó ninguna iniciativa fiscal relacionada con las bebidas azucaradas o con los tributos verdes.
Tiene claro que, “se debe gravar el consumo de cigarrillos, tabaco y licores, bienes que generan costos indirectos a terceros, han sido estrategias de alto impacto para reducir los costos colaterales asociados al consumo de estos bienes”.
“Este tipo de impuestos son beneficiosos y efectivos para reducir el consumo social. Además, si no queremos seguir saturando el sistema tributario colombiano se deben pensar en otro tipo de impuestos”, reflexiona.
Javier Sabogal Mogollón, consultor ambiental, exasesor del ministerio de Hacienda, escribe en su columna Reforma tributaria de Petro: es hora de hablar de impuestos verdes, que este tipo de impuestos aparecieron por primera vez en la Reforma Tributaria de 2016, con el impuesto al carbono y el de bolsas plásticas, que en general han sido reconocidos como un avance en materia de impuestos en el país.
“Estos deben ser complementados y es necesario que la reforma tributaria que se viene haga que el impuesto al carbono también se cobre al carbón, ya que este es un combustible fósil que genera muchas emisiones de gases efecto invernadero y es clave ver cómo este instrumento manda una señal hacia una transición más verde”, opina.
Sobre el impuesto al carbono, es fundamental revisar la pertinencia de subir su valor (que es de $ 18.829 por tonelada de carbono) y la destinación específica que en los últimos cuatro meses de 2021 fue cambiada tres veces.
Como quedó redactado en la reciente Ley de Acción Climática, se establece que los recursos vayan un 50 % al Fondo Nacional Ambiental -Fonam- y un 50 % al Fondo Colombia en Paz -FCP- para la sustitución de cultivo ilícitos.
El Dane reporta el uso que se le dan a las cuentas ambientales en Colombia. Allí se señala cuánto se recaudó por cuenta de cada uno de los impuestos verdes:
También se reporta cuánto del dinero se destinó a trabajos verdes, cuánto se utilizó para protección de la atmósfera y el clima, y cuánto se gastó en el tratamiento de aguas residuales, protección del suelo y reducción del ruido, así como en protección de la biodiversidad e investigación y desarrollo.
En el país, en 2019, se recaudaron cerca de 827 mil millones de pesos. De esta forma la ciudadanía puede hacer seguimiento al uso y el recaudo de estos impuestos, año a año.
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