Se tratan de bienes transables en el mercado de valores. Estos son de carácter energético (petróleo, carbón, gas natural), de metales (cobre, níquel, zinc, oro y plata) y de alimentos o insumos (trigo, maíz o soya). Estos productos pueden ser destinados a un uso comercial, pero su característica principal es que no cuentan con ningún valor agregado, ningún proceso o diferenciación con los productos que se encuentran en el mercado; por esta razón son utilizados como materias primas para la elaboración de otros bienes.
Actualmente los diferentes países de América Latina están enfrentando una situación económica externa que afectaría sus perspectivas de crecimiento en el mediano plazo. Esta coyuntura obedece a un decrecimiento en los precios internacionales de los commodities iniciada a partir de 2011, representando una amenaza para la estabilidad de las economías locales, toda vez que una parte importante de las exportaciones de estos países están compuestas por estos bienes.
Aunque en la actualidad los precios de estas materias primas siguen siendo altos, la tasa de crecimiento de su valor es cada vez menor, y se estima que esta tendencia se mantenga para los próximos años, tesis apoyada fundamentalmente en la reciente desaceleración de China, el cual es uno de los principales países importadores de estas mercancías.
En la última década los precios de los commodities ha crecido en promedio un 5% por año, tendencia muy similar al desempeño económico de América Latina, pues paso de crecer menos 2.5%, a un crecimiento promedio de 4% para el periodo de 2003 a 2011.
No todos los países han sido impactados en la misma proporción, siendo Venezuela el que mayor beneficio obtuvo, impulsado principalmente por el aumento del precio del petróleo, seguido por las economías de Honduras y Paraguay. Sin embargo a partir de 2011 el precio de estas mercancías es cada vez menor, situación que ha considerado el Fondo Monetario Internacional, FMI, al proyectar un crecimiento para América Latina de 1.3% en 2014.
Por el momento, grandes países como Brasil, Argentina y México están sintiendo el efecto de esta desaceleración, este último con menos incidencia que en los dos primeros. De igual manera economías como Perú y Chile tan solo crecerían al 3.3% y 1.9% respectivamente en 2014.
Es muy importante resaltar la gran participación de los commodities en las exportaciones de estos países. Por ejemplo en Chile el cobre representaba el 45% de sus exportaciones a cierre de 2013, y con una desvalorización reciente del 29% de su precio, el efecto ha sido considerable, sin olvidar que el principal destino de sus ventas al extranjero es China, con una participación del 30%.
En su totalidad, los commodities representan un 61% de las exportaciones chilenas.
Del mismo modo, al cierre de 2013 los Commodities exportados por Perú alcanzaron un 54% del total de su canasta exportadora, con una participación 23% y 19%, para el cobre y oro respectivamente. En promedio Perú destina el 23.4% de sus ventas a China. Brasil por su parte registra un 46% de participación de los commodities en sus exportaciones, con una venta del 35% de estas a China.
Colombia ha sido el menos afectado por la posible culminación de este ciclo alcista, debido a que el precio del petróleo continua siendo elevado y a que su principal socio comercial, Estados Unidos, sigue recuperándose de su crisis económica de 2008, sin embargo existen indicios que nuestro país llevaría el mismo destino de los demás en América Latina.
Por lo anterior es importante que Colombia gestione la realización de diferentes reformas estructurales que le permita compensar las debilidades de sus sectores productivos, especialmente del sector minero energético, en donde la producción y venta de carbón comienza a presentar estancamientos, acompañado de fuertes volatilidades en su precio internacional (caídas del 40%), sin olvidar el agro y la industria en general.
Por:
Héctor Mauricio Muñoz Serna
Administrador de Empresas con énfasis en finanzas
*Exclusivo para actualicese.co