Si bien diciembre es un mes que genera cambios de ánimo y con ello el entusiasmo por comprar el “estreno” para el 24 y el 31 decembrino, además de tener también el pago de Prima de Servicio. Esto no puede conllevar a desaprovechar los buenos negocios.
Pues en diciembre, algunos comerciantes acostumbran a subir los precios de sus productos, tales como en juguetería, ropa y en sitios de diversión, pero como nos hemos acostumbrado al igual que a nuestros hijos, que en diciembre es menester tener que comprar ropa, juguetes, etc., terminamos pagando ese sobre-valor que han impuesto algunos comerciantes a sus productos.
Pero lo que desaprovechamos es que en el mes de enero y febrero, cuando ya ha pasado la fiebre decembrina, esos mismos comerciantes vuelven a bajar los precios de sus bienes y servicios, incluso, los rebajan por debajo del precio promedio, pues saben que pasarán varios meses en que vuelvan a tener ventas masivas, por lo que empiezan con las súper rebajas.
Claro que en enero y febrero, por regla general, ya no se cuenta con dinero para más gastos cómo ropa, juguetería y diversión y menos aún donde el salario mínimo sólo aumentó el 3.64% o $ 18.100.
Pero si le es fácil hacer el esfuerzo de conseguir unos pesitos, o gastar unos cuantos ahorrados, aproveche enero y febrero y compre toda la ropa del año para usted y su familia, pues la va a comprar en algunos casos, hasta con el 50% o 60% de los valores habituales, incluso, compre la juguetería de sus hijos en estos meses y si es el caso, guárdela bien en algún lugar de la casa (para que los niños no la vean) y el próximo diciembre se la da.